•La formación morada tacha de “burla”
e “insulto a la inteligencia” premiar con dos delegaciones, incluida Educación,
a quien ha sido expulsado de su partido por triplicar la tasa de alcohol en un
control
Vélez-Málaga, 30 de agosto
de 2016.- Si
algo tiene que ser la actividad pública además de ejemplar es ejemplarizante. Por
este motivo, desde Podemos consideramos
una burla a la ciudadanía que quien
fuera condenado, siendo concejal en ejercicio, a ocho meses y dos días
de retirada de carné y a una multa de 1.440 euros por un delito de conducción bajo los efectos de bebidas
alcohólicas, no solo no haya
renunciado a su acta de concejal pese a habérselo solicitado su partido de procedencia,
sino que precisamente la expulsión del mismo por los motivos anteriormente referidos le haya abierto las puertas del equipo de
Gobierno municipal, algo que consideraciones éticas aparte, resulta de dudosísima legalidad, toda
vez que, como reza el artículo 73.3 de la Ley de Bases de Régimen Local: “Los derechos económicos y políticos de los
miembros no adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen
correspondido de permanecer en el grupo de procedencia”.
Mientras que en sociedades avanzadas como Suecia, según conocíamos
hace algunos días, una ministra decidía renunciar a su cargo por haber dado 0,20
miligramos en un control de alcoholemia (una cantidad inferior a la tasa
permitida en España), en un municipio como Vélez-Málaga, tercero en importancia
de la provincia, hechos de esta naturaleza no solo no parecen recibir ninguna
sanción social ni inhabilitan a los representantes públicos que los cometen,
sino que tienen “premio” en forma de
liberaciones (en razón de 36.000 euros brutos anuales) y asunción de nuevas
responsabilidades de gobierno.
Desde Podemos en Vélez-Málaga,
rehuyendo cualquier moralismo y asumiendo que las personas pueden cometer errores
que no tienen que acarrear su “muerte civil”, consideramos en cualquier caso que
resulta ridículo afirmar que conductas
como las cometidas por el señor Moreno Ocón deben quedar circunscritas a la
esfera “privada y personal” del infractor, pues por la misma regla de tres alguien
podría decir –como de hecho durante años así se sostuvo para vergüenza y
escarnio de las víctimas– que delitos como la violencia de género también se
salen del ámbito público y que, por lo tanto, no merecerían una reprobación más
allá de la propiamente judicial.
Desde este punto de vista y con
independencia de la posición mantenida por el ex edil de Ciudadanos durante los
últimos meses, consideramos que la indecorosa
actitud del tripartito formado por PSOE, GIPMTM y PA al integrar al
concejal no adscrito, supone un nuevo torpedo
lanzado a la credibilidad en las instituciones, máxime cuando el
nombramiento viene coronado por la decisión, que más parece un sarcasmo cuando
no una provocación, de reservarle, entre otras, al nuevo miembro del gobierno
local el área de Educación (dicho sea de paso, la cartera que ostentaba la
ministra sueca antes aludida). Resulta
un insulto a la inteligencia de las vecinas y vecinos de esta ciudad pensar
que el Sr. Alcalde entiende que el concejal más apropiado para dirigir la
educación de Vélez Málaga puede ser un señor expulsado de su formación y
condenado por conducción bajo los efectos del alcohol.
Como en ocasiones anteriores hemos
mantenido, para garantizar la
estabilidad del equipo de Gobierno no vale todo y menos que nada el socavar
la de por sí minada confianza de la ciudadanía en sus representantes. Aprovecharse
políticamente de conductas nada edificantes solo dibuja un panorama de
impunidad que lastra la convivencia, y quienes han jurado o prometido por su
conciencia y honor cumplir fielmente las funciones de su cargo, deberían predicar con el ejemplo anteponiendo
ese compromiso solemne a los intereses personales o de partido.
PODEMOS VÉLEZ-MÁLAGA
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