La producción de alimentos, en este caso de subtropicales, no tendrá futuro si no incluye en los balances además de los aspectos económicos, la disponibilidad de los recursos necesarios para producirlos (suelo, agua y diversidad). Por eso, lejos de la demagogia partidista de algunos, cabe ser muy responsable a la hora de abordar debates de esta naturaleza poniendo todos los elementos de juicio sobre la mesa, con rigor y mirando a medio y largo plazo, no vaya a ser que pasada la fase de boyante prosperidad –no sería la primera vez- nos asomemos a un futuro que distaba mucho del que algunos, atados al corto plazo y a la lógica del beneficio inmediato, dibujaban.
Carmen Molina, miembro del Grupo Parlamentario de Podemos Andalucía, fijaba nuestra posición sobre esta materia hace unos días en una intervención firme y responsable que, lejos de ir contra nadie, va en beneficio de todos más allá de los estrechos límites que marcan las connivencias de turno y el calendario electoral y cuyo espíritu se refleja en el siguiente pasaje:
“Su proposición no apoya lo que necesita la comarca de la Axarquía para tener un sector agrícola sostenible y con futuro. Y cuando digo futuro no me refiero al año que viene ni a los próximos 5 años. Me refiero a que los niños de los productores que ahora cultivan aguacates y mangos puedan seguir ganándose la vida cuando ellos sean los responsables de las explotaciones o las cedan a otros”.
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