Desde la formación morada se critica que las
administraciones se limiten a mirar al cielo o hacer la danza de la lluvia en
vez de tomar medidas
Vélez-Málaga, 4 de octubre de 2017-: Al inicio de un nuevo año
hidrológico, con un pantano de La Viñuela que a finales de septiembre se
situaba al 26,22 por ciento de su capacidad, diez puntos menos que en la misma
fecha de 2016, todos los ojos -incluidos los de nuestros gobernantes, incapaces
de hacer nada más- están puestos en el cielo esperando esas lluvias que alivien
nuestras reservas de agua y
alejen el temido decreto de sequía y con él las restricciones de agua para la
población y para el campo.
En la comarca de la Axarquía, la política de liberalización
promovida por el gobierno central, que ha reducido la intervención administrativa
de las transformaciones agrícolas, y la falta de una política de vigilancia y control de las transformaciones
agrarias por parte de la Junta de Andalucía -que han permitido que un paisaje
montañoso se esté transformando en una llanura con la consiguiente amenaza de
erosión y desertificación-, han impulsado la eclosión de un sector, el de los
subtropicales, que si bien ha demostrado ser un generador de riqueza lleva
también aparejados evidentes riesgos ante la incapacidad del sistema hídrico
para atender la creciente demanda.
Los agricultores de la Axarquía, viendo peligrar
el riego de los cultivos de subtropicales y hortícolas, han estado reclamando medidas
a la Junta, cuya irritante falta de
planificación, pese a que llevamos dos años de prealerta, se ha visto acentuada
por el incumplimiento incluso de aquellos compromisos más básicos.
A nivel municipal, el panorama no es mucho más
halagüeño. A pesar de que desde hace años otras ciudades que cuentan con una
mayor disponibilidad de agua per capita, empezaron a implantar medidas de
ahorro, en Vélez-Málaga, gracias a la visión miope y cortoplacista de nuestros
gobernantes, se pierde más
del 24% del agua que corre por la red de suministro como consecuencia de fugas
y escapes al tiempo que las campañas de concienciación ciudadana no se
recuerdan.
Por todo lo anterior, nuestro municipio debe
aspirar a pasar de una política hídrica basada en el aumento de la oferta, a
otra fundamentada en
la gestión de la demanda.
El concepto de Gestión de la Demanda contempla el conjunto de actividades que
permiten reducir la demanda del agua, mejorar la eficiencia de su uso y evitar
el deterioro de los recursos hídricos. Es necesario que nuestras autoridades
municipales den prioridad al diseño y puesta en marcha el Plan Municipal de Gestión de
la Demanda de Agua de Vélez-Málaga, dotándolo presupuestariamente.
Está ampliamente comprobado, que las medidas de
concienciación y fomento del ahorro han permitido que el consumo de agua se
haya reducido progresivamente llegando a evitar restricciones en el suministro
doméstico en aquellos municipios donde se han implementado. Para que todo
programa de uso eficiente del agua potable sea exitoso debe tener participación
ciudadana, siendo indispensable establecer acciones de
comunicación y educación. Hay, por lo tanto, que poner en práctica técnicas
adecuadas de riegos de jardines para ahorrar agua y no olvidar que las planta
que consumen más eficientemente el agua en una región son las nativas.
El uso eficiente del agua plantea desafíos, entre
ellos, una implicación directa hacia el seguimiento continuo y la evaluación
del desempeño
en el tiempo. Medir es la clave en cualquier acción
de uso eficiente. De esta manera, se puede conocer la realidad y así establecer
modelos para predecir y
planear mejor el futuro,
mediante una visión integral que supere los actuales marcos. Â Claro que
también se puede mirar
al cielo o hacer la danza de la lluvia, como los representantes de los gobiernos
central, autonómico y local llevan haciendo desde hace mucho.
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